Lecciones de una hermana

Hace unos días estuve con mi hermana en la piscina. Al entrar, el hombre que mira las entradas reparó en Carlota (que como ya sabéis tiene síndrome de Down) Enseguida se levantó de la silla en la que estaba, hurgó en sus bolsillos y saco los puños cerrados.
“Estamos en la happy hour, princesa, así que hay un premio en una de estas manos, elige la que más te guste”
Carlotilla me miró un poco confusa (ella no sabe que es la happy hour) La sonreí y la dije mientras señalaba los puños “tienes que elegir una mano”
Bien, ¿sabéis que hizo ella? Escogió las dos. El hombre se sorprendió (como yo), al fin dejó la sorpresa atrás y contestó “pues si has elegido las dos tendrás que llevarte lo que haya en las dos. Abrió los puños y tenía un pequeño regalo..¡en cada una de las manos! (un caramelo y un globo)
Es día aprendí varias lecciones:

1. Ningún camino esta vacío.

2. Regala, y no te conformes con llenar “una mano” si tienes dos.

3. NO tienes que elegir, puedes tenerlo todo; si eres valiente para reconocerlo y tomarlo, como mi piojito(así es como llamo a mi hermana desde que tengo doce años, algunos dirán que es un mote un poco raro… pero es que ella era tan pequeñita siempre… más importante que las palabras es como se pronuncian estas y os aseguro que cuando yo digo “piojito” parece que estoy diciendo “la niña más guapa, más buena y que más quiero en el mundo!!”)

Esto es todo por hoy. Simplemente quería trasmitiros estas lecciones.