14 julio 2010

TWO LOVERS

“En Brooklyn, Leonard (Joaquin Phoenix), un joven con problemas emocionales, prosigue su vida tras su última recaída. Mientras trata de recuperarse bajo la atenta mirada de sus preocupados padres, dos mujeres entran de repente en su vida. Por un lado la encantadora y sencilla Sandra (Vinessa Shaw), hija del nuevo socio de su padre, y por otro Michelle (Gwyneth Paltrow), una bella y sensual vecina con un halo de misterio que parece no encajar en el aburrido barrio donde vive Leonard. El amor de Leonard se debatirá entre la complicada y emotiva Michelle y Sandra, la chica perfecta a ojos de su familia.” (FILMAFFINITY)



“Two lovers” es una película llena de clichés, aderezada con unas imágenes desangeladas y unos personajes planos y mal construidos.
Leonard, resulta a partes soso y a partes insoportables. Se podría decir que es un tipo raro al que una mujer normal no se acercaría. Es difícil creer que dada la personalidad de Leonard alguien se pueda enamorar de él tal y como Sandra hace o que Michelle necesite continuamente de su presencia. Es prácticamente imposible empatizar con este personaje que en ningún momento consigue emocionar al espectador. Leonard es insustancial y sus exagerados sentimientos no son más que una tonta obsesión, una rabieta de niño pequeño por no conseguir el juguete que quiere.
Michelle es la típica mujer rubia y guapa que cree que por ser bella tiene derecho a destrozar la vida de quien sea. La joven se dedica a intentar romper un matrimonio, drogarse, y torturar a Leonard con “su honesta amistad”. Un dechado de virtudes, vamos. Eso sí, James intenta mostrarnos su cara dulce e inocente, su soledad… nos fuerza a que la comprendamos, pero falla estrepitosamente, Michelle carece de la profundidad necesaria.
Sandra es dulce y convencional, el contrapunto de Michelle. No cae mal, incluso puede llegar a agradar, aunque solo sea por ser tan contraria a la rubia y por ser la única que parece tener unos sentimientos auténticos. Pero que no se equivoque el espectador, Sandra, aunque de una manera diferente, también es superficial, rige su vida en base a la educación recibida, siendo en todo momento la mujer perfecta, mostrando un amor incondicional (aun cuando conoce a Leonard de dos días) y buscando el tan ansiado anillo. Todos sus movimientos carecen de espontaneidad y originalidad.
Ambas, Michelle y Sandra, representan figuras usadas por la industria cinematográfica hasta la saciedad: El zorrón y la mujer buena y sumisa.

La película trata de ser profunda, de producir un sinfín de emociones y reflexiones en el espectador, pero desde mi humilde opinión no lo consigue, de hecho, la palabra que define toda la cinta es: Superficialidad.
Los personajes, como ya he mencionado, son banales. Sus historias, tal como nos las cuentan, mediocres y tediosas. El director no consigue transmitir la intimidad que hay entre los personajes (juntar a dos personas en primer plano y hacerles hablar, no es suficiente) Los diálogos son aburridos y tanto el ambiente como el tratamiento de la imagen son grises y anodinos en exceso.
Las referencias a la “Ventana indiscreta” son demasiado obvias y no aportan nada nuevo. El argumento es flojo. El metraje no fluye naturalmente, es lento y forzado. Excesivamente sobrio.
Por cierto, por ahí se ha comentado que esta ligeramente inspirada en “Noches blancas” de Dostoievski. Sinceramente me parece que esa afirmación es insultar la maravillosa obra del autor ruso.
"Two lovers" Ha recibido muy buenas críticas. Como se suele decir Gustos, colores.Pero este, desde luego, No es mi color.

No hay comentarios:

Publicar un comentario