13 julio 2010

"Mirando por la misma Ventana"

Hoy he ido a un acto organizado por la fundación Gil Gayarre. Mi hermana hace poco entró en ésta para ocupar una plaza en el centro ocupacional. La verdad es que esta muy contenta, allí pasa mucho tiempo con personas que como ella tienen síndrome de down y con profesionales que disfrutan de su trabajo, de su compañía y sobre todo que aprenden de todo lo que estos chicos tienen por ofrecer.



La vida se compone de pequeñas coincidencias. De pequeños trazos que se cruzan fugazmente en el papel. Y si no me creéis continuad leyendo. El conductor del autobús que he tomado para llegar al centro estaba sustituyendo a un compañero, y cosas de la vida, resulta que en su ruta habitual muchos chicos de esta fundación cogen su bus para ir a casa; así que al enterarse de cual era mi destino ha estado dándome conversación durante gran parte del trayecto. El conductor me ha hablado de los orígenes de la fundación, orígenes que yo desconocía. Una sola mujer hizo posible el milagro, quizás sea cierto lo que dijo Martín Valverde en una ocasión: “Dios da hijos especiales a padres especiales”. Aquella mujer, Carmen, tenía un hijo con síndrome de down, luchó por él, por los que eran como él y por sus derechos. (Ella ya murió, pero su hijo aún continúa en la fundación) Hoy esta fundación alberga a cientos de personas con síndrome de down… Los educan, les dan trabajo, les aportan un hogar e incluso les enseñan a vivir y a soñar. Después de todo sí es verdad: una sola persona puede cambiar el mundo (puede que no destruya muros enteros, pero al menos sí crea grietas irreparables)

Durante el acto han repetido varias veces la expresión:”Mirando por la misma ventana”. Es bastante bonito e inspirador ver a tanta gente reunida por un mismo fin,mirando en una misma dirección, sin darte cuenta tu sensibilidad aumenta en segundos, todos han pasado por lo mismo, han sufrido y sonreído por las mismas razones. Todos saben cual es la solución a los problemas que puedan surgir.

Alguien, hacia el final ha contado una anécdota que os quiero trasladar, aunque sea de forma resumida:
Un día fueron un grupo de chicos de la fundación a ver una película en el cine, como podéis imaginar iban acompañados por voluntarios. Al volver uno de estos voluntarios le dijo a Carmen “Todo el mundo se nos quedaba mirando, ha sido incomodo”. Carmen le contestó: “Parte de nuestra misión es educar a los demás, enseñarles que todas las personas tienen su lugar en la sociedad.”
Creo que es una frase muy bella y muy cierta, por mi situación familiar he vivido este tipo de experiencia de cerca, la gente teme, mira con recelo lo que desconoce, la solución es que conozca lo desconocido, tan simple como eso. Y si no lo creeis preguntadle a ese conductor cuya experiencia sobre el síndrome down era nula y que al pasar tiempo con ellos en su trabajo ha terminado no solo por aprenderse sus nombres sino a considerarse parte de sus vidas y a quererlos(tal y como él me ha declarado antes de que me bajase)y es que él ha aprendido a "mirar por la misma ventana"

Siempre habrá gente cruel que no aceptará, faltará al respeto y hará daño a otros, pero no debemos dejar de avanzar por ese tipo de seres, cuantos más seamos los que asimilemos que existen muchos tipos de personas y que todos tienen derecho a vivir, soñar y ocupar un lugar significativo, más grande será la aceptación y menor el rechazo, más grande será esa misma ventana por la que mirar.
Cuando seamos un gran número, dejaremos de ver a través de la ventana horizontes con esperanza y veremos palpablemente un mundo lleno de tolerancia, confianza y amor.

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